1/07/2010

…La vida de una Pieza…

Somos como somos, porque así nos creo Dios, nuestra personalidad viene dada por un sin fin de razones, que contarlas seria tal cual contar las estrellas; cada quien quiere ser como es y cambiarlo es como cambiar las bases de una edificación después de estar hecho a plenitud… Estas mismas razones que nos hacen como somos, se convierten en finas características que de manera singular nos hacen diferentes…

Mis características son infinitas, pero… Estas mismas juntas me hacen una pieza, pues tengo mis salientes y entrantes, que son las que determinan donde encajaré en un futuro, yo… No encajo en todos lados, pues no soy una pieza maestra… Y doy gracias por ser así…

Intentar entrar en un grupo donde tus características no se acoplan, es dañarse a uno mismo, porque te fuerzas y dañas tu forma, quedando lastimado solo por la ejecución hecha…

Yo he intentado entrar en un rompecabezas donde no tengo el mismo color, donde mis salientes y entrantes jamás encajaran, a pesar de haber similitudes, luchar y luchar por ser parte de ese cuadro es como chocar contra una pared una y otra vez, y… De que vale sacrificarse así? Ser reconocido no es algo con lo que viviré toda la vida. Una pregunta: “Porque no encajas?”, es una simple pregunta imprudente hecha con inocencia puede rasgarme, pues soy una pieza de carton y nada más… Y el suplicio a tal acto lo asumo silente, tal cual muchas cosas…

Ya me canso de intentar, ya me canso de martirizarme, valgo más que eso, valgo más que un constante chocar, sin lugar a dudas tengo un rompecabezas donde encajar, y es hora de aceptarlo, es hora de asumirlo. Así somos físicamente: piezas que buscan encontrar un rompecabezas donde ser felices.

Un simple seudónimo puede ser una broma, pero también puede ser la verdad hecha una sonrisa, disfrazando la tristeza…

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