3/25/2010

Adios...

Mis ojos cerrados y mi faz serena, son complemento de mi cuerpo que es presionado fuerte contra otro, pues los brazos de un ser especial me rondan y me atrapan con fuerza, los mío de igual modo intentan rodear a el mismo personaje y con fuerza hago el mismo gesto, que sin querer hace brotar de mis ojos ciertas gotitas sinceras que dan a conocer dolor y tristeza, pero al mismo tiempo demuestran mucho afecto, pues no paran de salir por más que lo intento…


Detrás de mí, un pequeño niño rubio de facciones angelicales se aferra a mí con la misma intención que yo, el mismo pequeño esconde esos orbes color zafiro entre lágrimas que no logra controlar, su llanto se puede escuchar y su respiración ahogada se hace notar al mismo tiempo… Con debilidad me alejo un poco e intento clavar mi mirada en ese personaje tan único que frente a mi esta, y como la pena me gana, evado aquel momento desviando mis ojos hacia otro lado, dejando al pequeño rubio delante del joven…

Este chiquillo entre llanto y voz cortada toma fuerza y valor para decir… - Te amo… - Y corre a abrazar su estomago pues su estatura le impide alcanzar más allá, en el mismo instante se separa un poco para que su delicada mano pueda llegar al pecho y así un trozo de sí mismo es arrancado, dejando salir sangre que comenzaba a manchar aquellos ropajes blancos que portaba, ese pedazo de corazón rojo escarlata va a parar en manos del caballero de al frente…

En observación de la situación me mantengo, pues no quiero intervenir lo que el pequeño estaba haciendo… Así que lo dejo continuar… - Eso que tienes ahí es una parte mi, se que la cuidaras bien, pues eres un caballero!! Recuerda que siempre estoy contigo… Te amo caballero de plata!! Gracias por cuidarme cuando más lo necesite… ^^ Eres el mejor!! Siempre estarás aquí… - Decía con una sonrisa amplia contrastada por ríos de tristeza que aun inundaba su delicado rostro… Llevando su ensangrentada mano a su ser frágil, viendo como lentamente el joven caballero sonreía y se marchaba…

Yo, débil y asolado, caigo de rodillas junto al pequeño y con mis brazos lo arropo… Esperando así calmar el suplicio del pequeño que no para de sollozar…

No hay comentarios:

Publicar un comentario